Escribe desde España, Carlos Paico Joaquín
Este maíz es originario del departamento del Cusco, específicamente del Valle Sagrado de los Incas. Se desarrolla entre los 2, 600 y 3, 050 msnm, tiene mazorcas grandes de 8 hileras, de grano grande, redondo y harinoso. Las plantas crecen a un porte de 2 a 3 metros de alto, se caracterizan por tener un tallo grueso sin hijuelos adecuados a las características climáticas del Valle Sagrado. El nombre de maíz blanco corresponde al color del grano y se le denomina gigante por el excepcional tamaño grande de sus granos, por eso es considerado el maíz más grande del mundo. Cusco refiere a la zona geográfica de su origen.
El clima es perfecto predominante en el Valle Sagrado originó un ambiente propicio para el cultivo de diferentes productos agrícolas como la quinua, frijol, olluco, coca y, sobre todo, el maíz. Debido a que cada producto necesita un tipo de microclima diferente para su cultivo, los Incas crearon un sistema de andenería impresionante. Testimonio de ello son las terrazas agrícolas halladas en Moray, un sistema de andenería circular parecida a un anfiteatro. Desde tiempos inmemoriales la planta de maíz era considerada la planta sagrada para los Incas, debido a su gran significado tanto alimentario como religioso y es utilizada aun en la actualidad, en cada una de las festividades religiosas ofrecidas a los dioses Incas. Los Incas vestían algunas plantas de maíz como muñecas para representar a Mama Sara, también conocida como Madre del maíz o de los granos.
Los Incas creían fervientemente que la Madre del Maíz podía escuchar y sentir con agrado los cultos y ofrendas que le ofrecían, dándoles como recompensa una abundante cosecha de maíz. Con el maíz que recolectaban los Incas realizaban su principal bebida conocida como chicha, el pan de uso ceremonial, así como diversos potajes que se preparaban con maíz. La producción de la chicha obtenida por la fermentación del maíz, era considerada una labor religiosa y mágica, la cual era observada por Mama Sara y debía ser realizada solo por mujeres. Mama Sara era una doncella que se había transformado en una hermosa planta de maíz, gracias a la intervención divina de su dios Inti (el Sol), esto con la intención de evitar ser tomada como esposa por el hechicero Kuru.
Al ser una doncella, solo las mujeres podían cosechar el maíz, ya que Mama Sara no podía ser tocada por los hombres, de lo contrario se marchitarían las futuras cosechas. En mayo, se iniciaba el ritual a Mama Sara, por medio del baile del maíz, este ritual consistía principalmente en la recolección del maíz por las mujeres del lugar, para luego ser llevado a la casa, en donde era velado durante tres noches. Durante el culto, el maíz era colocado entre las mejores mantas y creían que adorándolo lograrían la conservación del maíz, garantizando además la reproducción de la próxima cosecha.
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