Hace muchos años he escuchado de mis padres conversar sobre la ruta Huarochirí-Escomarca-Tinaja-Cieneguilla-Lima, lo siguiente: “ya el ómnibus estará por Escomarca- Buena Vista-Lumayaco-Pozo-Tinaja-Cieneguilla”. Obviamente, son tiempos idos, donde la ruta de Tinaja, hoy solo circula volquetes de doble eje, mientas que los camiones con productos agrícolas y los buses con personas ya no transitan por la vía Tinaja, pues no recibe mantenimiento adecuado, pero si circulan no menor de 15 volquetes diarios con minerales no metálico, proveniente del territorio comunal de Chorrillos. Transitamos la vía Tinaja (12-11-2022) con motivo de un trabajo de campo programado por el CIP-Lima, transitando por la ruta Tinaja con destino a la ciudad de Huarochirí. Y, al día siguiente: Huarochirí-Carhuapampa-Huachipampa-Tanta-Cochas-Canchayllo-Pachacayo, en la Región Junín, todo para un reconocimiento integral sobre la ruta de Nueva Carretera Central, NCC. Precisamos, que el tramo de trocha carrosable: Chorrillos-Corral Blanco-Buena Vista-Lumayaco-Tinaja-Pozo-Pampa Grande-Cieneguilla-Lima y viceversa es una vía para volquetes y no para otros vehículos. Los volquetes de doble eje que transitan en “exclusividad” la vía Tinaja, la convirtieron en una RUTA DE VOLQUETES para transportar minerales no metálicos; es una vía de uso público caracterizado por tierra polvorienta envenenada con monóxido de carbono, que yace en la carretera con una profundidad de 30 o 40 centímetros y al rodar cualquier vehículo motorizado (los volquetes) levanta la polvareda envenenada, afectando el medio ambiente en toda la zona; siendo los cactus y los arbustos fieles testigos y pruebas del perjuicio a la salud pública y al medio ambiente. ¡Y, pensar que hay un Ministerio de Ambiente y una burocracia que debería hacer trabajo de campo ahora y no mañana!
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