Al sur de la ciudad de Lima en la cuenca
del río Cañete se encuentra LUNAHUANA, distrito acogedor, con pequeñas calles, avenida Grau con gran
movimiento comercial en ofertas de servicios
para turismo de aventura en canotaje,
canopy, paseos en cuatrimotos, a
caballo y bicicleta de montaña, entre otros. Hay buenos servicios de hospedaje y restaurant campestre. Y, lo que no
puede faltar vinos con bodegas de antaño y coctel de pisco. Si el turista o visitante
elije tomar los servicios para canotaje se requiere reunir todo una técnica de
seguridad con chalecos salvavidas, contar con buenas
balsas y desde luego Guías calificados. Al Este
de Lunahuana por la margen izquierda del río Cañete se llega al punto
inicial para el ansiado canotaje. Ya, en
las orillas del río se recibe una charla sobre cómo actuar en el recorrido; todos con ropa deportiva, con chalecos, casco protector, grupo de siete personas incluido el Guía y los actos protocolares para toma de imágenes, sentados sobre la balsa con el pie izquierdo o derecho “asegurados” sobre el “piso” de la balsa y manos ocupados con remos
empuñando la “T”, el Guía ilustra cómo remar y estar atentos: cuando
avanzar y cuando hacer alto.
Iniciado la aventura en el punto
de partida, 15-01-2012, 10.30 am. con
los remos ponemos en marcha la
balsa sobre el agua fría, cristalina
y apacible río, este con sus riveras rodeados de gran vegetación, en contraste
con lo alto de los cerros con semblante de zona árida “abriga la cuenca”
pues en su lecho corren las aguas del río Cañete hacia
el Océano Pacífico o mar de Grau. Avanzamos y el Guía reitera siempre: “avancen” o “alto” para evadir
obstáculos. La consecuencia lógica de
aquello es una desbordante emoción, sensación
y frescura por los chapuzones de
agua sobre los cuerpos como una bendición divina. Esto es lo medular, lo mágico
o el encanto de la aventura en canotaje pura adrenalina.
A mitad de recorrido, el Guía
motiva a sus “pasajeros” preguntando: “chicos
y chicas” se divierten? Es
obvio, con los remos en alto respondemos: sííííí, lo logramos. A pocos minutos
del punto de llegada otro es el estado
anímico, hay otra percepción de la
madre naturaleza. Ya en la meta después
de 40 minutos lleno de
alegría, nuevas energías y con las
imágenes
damos fiel testimonio de
vivencias, comentar a la familia, amigos
y recomendar un paseo que encanta. No
podremos negar la felicidad que genera la frescura del agua, el agua que nos da
vida, que debemos cuidarla, protegerla desde los manantiales, lagunas,
riachuelos, ríos o el mar.
En el mismo día se puede visitar
la casa embrujada, el puente colgante, bodegas de antaño rodeados de
plantas de uvas, una de ellas Bodega
Reina de Lunahuana, año 1863. Además, infaltable visitar el sitio arqueológico INCAHUASI donde el estudioso don Abelardo Robles Vicente nos dice: “INCAHUASI es una milenaria cultura de los Runa-Huanac, de
estirpe generosa, laboriosa y disciplinada”. Volveremos.
Como dicen los prisioneros "tren al sur" jijiji, que lindo debe se Lunahuana!!!
ResponderEliminarme ayudaste con mi tarea , gracias
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