Hace 10 días, al coger a las 6 de la mañana el aparatito (celular) que nos vincula con las redes sociales con noticias, informaciones, comentarios, datos estadísticos y otros, encuentro el sugestivo título, muy familiar, muy huarochirano que digamos dada su narrativa, es decir, impacta en el lector familiarizado con lugares mitológicos, épocas de lluvia, alegría del poblador con proyección del barbecho, siembra, carnavales, etc. Por ello, es un honor reproducir el texto, tal cual, en la revista W. Germinal. He aquí el texto que escribe Einer Contreras. Veamos: “A propósito de la bendita lluvia que ya empezó en nuestro terruño amado, he aquí una gran instantánea fotográfica, tomada en un bello momento, se podría decir en tres tiempos de la maravillosa naturaleza! En primer lugar al fondo, el misterioso y gigantesco cerro Chancuya, evidentemente atacado por una gran cerrazón o “loqueron”, y de seguro está pechando y desafiando al gran Apu Pariakaka, donde seguro está nevando, se ve nítidamente su intimidante silueta eterna, recuerdo haberlo visto alguna vez todo emblanquecido por el granizo, y la lluvia generosa baja por campampa, para perderse tímidamente por macachaya, es de notar que a pesar de que el sol baña los flancos de Chuicoto y Suni, aún hay tenues lloviznas hasta allí, he ahí el porqué del hermoso arcoíris que sale de las entrañas de nuestro querido río Canyaca, por las millones de gotitas acuosas que hacen de minúsculas prismas para brindarnos aquellos maravillosos colores, aquí cabe una pregunta: donde se perderá el otro brazo del arcoíris?, (mi abuelo decía que van de Puquio a Puquio), a cuchicala? A agua dulce?, o tal vez hasta el mismo río Mala, que seguramente ya brama por sí mismo, espumoso y rugiente. Entonces en esta imagen se pueden ver tres tiempos: La lluvia generosa, el arco iris cómo el viejo pacto de Noé con Yabé, y el portentoso Inti, que ilumina nítidamente, repito, los grandes flancos del Suni y el Chuicoto, y seguramente nuestro sereno pueblo, ya empezaron abundantes lluvias, como antaño en noviembre, y esperemos que prosiga hasta abril, para que traiga bonanza a toda la comarca Huarochirana, así lo decreten nuestros apus milenarios!, así sea escrito y así se cumpla!!! Llénense los grandes y gigantescos pozos subterráneos de los cerros, cólmense de agua y den abundante agua a nuestros puquios por años, caigan rayos como chicotazos del cielo y que los truenos trepidantes resuenen en cada quebrada y recodo! Y que fulgurantes relámpagos alumbren como gigantescas “chimpachimpas”, a nuestro amado pueblo!!!
LLUVIA!!!! LLUVIAAAAA!!
EMCG-01-12-2020-3.34 a. m.”
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