Hacia el año 3,000 a.C. aparecieron
en Mesopotamia las primeras ciudades-estado y las primeras calles genuinas,
donde se mesclan el bullicio comercial con el gemido de las ejecuciones. En
América otras culturas se desarrollaron,
como los incas, mayas y aztecas. Siguieron casi tres siglos de época colonial/virreinato en el
Tahuantinsuyo/Perú, con la evangelización
cristiana, explotación, pago del tributo
indígena, testimonio del Manuscrito Quechua de Huarochirí,
sublevaciones/revoluciones, Francisco Inca y esposa Gregoria Puipulivia, Túpac Amaru, entre otros; luego la república que es nuestro punto de referencia inicial
para este comentario.
Según el virrey Pezuela, en 1820, indios, negros y criollos se odiaban entre
ellos. En 1821, Lima, se dividía en
10 distritos y 46 barrios, 34 plazas públicas y 56 iglesias y conventos con
grandes campanadas; tenía 60 mil habitantes, la ruta más comercial y “segura”, de Lima al Callao, estaba llena
de malhechores. Ismael Contreras, diputado en el primer congreso constituyente
había dicho: Acá no hay más riqueza que
la minería. Entonces, el paso de colonia
a república no significó un gran cambio en la estructura social, por el
contrario permaneció casi intacta; la situación de negros e indígenas no había variado
(diario oficial El Peruano,
edición del 28-07-2021).
Proclamada la independencia del Perú,
días después se crea la provincia de Huarochirí con 10 distritos. Luego se dicta
la primera Constitución de 1823, primera de la república, dictada sobre la
visión del mundo de un grupo reducido de hombres blancos con dinero que vendría
a ser la elite criolla. En ese mundo, la esclavitud era normal y era común que
las mujeres no tuvieran educación. Sobre estas bases se armó el país y ese patrón se mantiene hasta hoy (Eduardo Adrianzen. Dramaturgo peruano, Lima
2021).
En la vida republicana hubieron constituciones
con fuerte influencia liberal: la de 1823, 1828, 1834, 1856 y 1867. Constituciones de gran tendencia conservadora la de 1826,
1836, 1839 y 1860. Constituciones de
marcado signo social, de 1920, 1933 y 1979. Para luego arribar a la actual
constitución de 1993 de marcada tendencia liberal en lo económico y fuertes
signos autoritarios en lo político. ¿Y por qué tantas constituciones de corta
duración? Explicamos, en muchos casos han tratado de imponer las voluntades de
quienes se empeñaron en reemplazar el anterior con el propósito de consagrar
sus intereses políticos, que obviamente no coinciden con las del país. En otros
casos, continuos cambios de regímenes democráticos por otros dictatoriales es
lo que generó tantas constituciones, pero con poca ciudadanía. Las constituciones son el
producto de los acontecimientos políticos, sociales y hasta militares en
distintos momentos históricos. Por su parte, la gran cantidad de leyes
dictadas, en la mayoría de casos han
demostrado escasa/nula conexión con la realidad que pretendía regular (1). En
las 12 constituciones la provincia de
Huarochirí, según nuestras fuentes, estuvo representada por: constitución de
1834, señor Felipe de Los Ríos; constitución de 1839, señor Narciso Fernandini;
constitución de 1860, señor José de la Riva Agüero y constitución de 1867,
señor José F. Canevaro.
En suma, nuestra república en las 2
primeras décadas ha significado anarquía, desgobierno, exclusión y escenarios exclusivos y excluidos socialmente,
discriminación / racismo; una república
inconclusa con poca ciudadanía; una república con leyes homogéneas para
realidades heterogéneas. Contrario sensu, hoy Chile cuenta con 17
representantes de pueblos originarios, con profesionales predominantemente
abogados y profesores, un ama de casa, científicos, escritores y periodistas.
Los 155 miembros de la Convención Constituyente que redactaran una nueva
Constitución en Chile son el claro reflejo de un Chile más real; mientras que en
Perú tenemos un congreso mediocre/inepto, confirmando con ello la opinión/comentario de analistas políticos sobre los candidatos que
postulaban en las elecciones generales de este año 2021. Continuará.
Ruta a los distritos sureños de Huarochirí, Territorio sagrado de los antiguos dioses
ResponderEliminarAl distrito de Huarochirí llegamos entre neblina y llovizna, lo gratificante a todo ello fue con el nuevo despertar del día en medio de un conjunto de montañas, praderas, quebradas profundas y un cielo azul con astro rey deslumbrante en un espacio paradisíaco; porque la gran verdosidad invernera de abril cubría casi todo el territorio de los distritos sureños de Huarochirí y nada envidiable con los de Suiza. Por esta ruta se llega primero al distrito de Huarochirí y desde aquí se distribuye a los demás distritos, como evocando que Huarochirí fue capital en la reducción colonial y en la república naciente por su ubicación en el camino real de Lima a la región central de los wankas y por su posición central con un clima intermedio (3120msnm) a diferencia de los demás. Luego, cada cual fue convirtiéndose en Comunidades Campesinas reconocidas y hoy son capitales distritales, como son: desde Huarochirí se va a Santiago de Anchucaya que se ubica en la parte alta del sureste y sus anexos de Llambilla y Lupo; en la parte baja se ubica Sangallaya con sus anexos y estancias de Huancata, Quiripa, Pucllucanchi y Alloca; hacia el este está San Pedro de Huancayre separado por el río Mala e igualmente, San Lorenzo de Quinti está en el encuentro de los ríos Mala y de Kakachi, con sus anexos de Palermo y Huanchaq. Y en la quebrada del río Kakachi ruta al Apu Pariaqaqa se encuentra el distrito de San Juan de Tantaranche, con sus anexos de Wachupampa y Qarwapampa. Todos estos distritos tiene su contacto tanto por los antiguos caminos y las modernas carreteras trochas carrozables; asimismo, por los medios telefónicos, celulares y algunos con Internet. Igualmente, las principales acequias del sistema de riego descienden paralelo o diagonalmente desde los ríos Mala y Kakachi, que durante la “champería” o “fiesta del agua” motivan para el culto a los dioses andinos y la tarea colectiva comunal para el mantenimiento de las tomas y sistema de canales de los pueblos. Así como los santos patrones no sólo se anteponen a los nombres de los distritos desde su fundación colonial, sino, también constituyen medios de cohesión comunal y formas de articulación de los pueblos circunvecinos y es más, aparecen como iconos representativos.
Fuente: Revista de Antropología
Especial consideración a mi mentor Dr. Julio Parco