“Hacía mucho calor en
Berlín el 8 de agosto de 1936. Ese día, los futbolistas peruanos metieron 5
goles en el arco de Austria y, al hacerlo, destruyeron el mito nazi sobre la
supuesta superioridad de la raza blanca.
De acuerdo con los principios pregonados por Hitler, los alemanes -rubios,
altos y de ojos azules- pertenecían a
una raza superior y estaban destinados a tomar el control del mundo.
Esterilizaciones en la
Alemania de Hitler. En consecuencia, a partir de 1933, los médicos alemanes
comenzaron a realizar esterilizaciones forzadas para impedir que las razas
inferiores pudieran multiplicarse. Las primeras víctimas fueron los gitanos.
También debían morir los niños que habían nacido sordos y ciegos. Por fin se
exterminó a centenares de niños afroalemanes porque su color se consideraba
indigno. En caso de que algunos “seres inferiores” trataban de disimularlo, en
las escuelas, los maestros nazis median el tamaño de la cabeza y el largo de la
nariz, y por fin observaban el color del pelo y los ojos de sus alumnos. Los
niños que no cumplían con estos parámetros eran obligados a permanecer de
rodillas en la clase y aceptar las bofetadas aplicadas por sus compañeros y maestros. Por último, gigantescos hornos crematorios fueron el destino de
millones de hombres, mujeres y niños recluidos en los campos de concentración.
Como si lo hubieran
planeado, al comienzo, el arquero peruano Juan Valdivieso se dejó meter dos
goles, y el primer tiempo terminó a favor de los austriacos. En el segundo
tiempo, los peruanos les enseñaron a los jugadores “superiores” lo que era una
verdadera blitzkrieg (guerra relámpago) porque les metieron dos goles y
empataron. En el tiempo extra, el Perú anotó cinco contundente goles que definieron
el partido. Es de comprender la rabia demencial del Fuhrer quien entró en rabia
porque los jugadores peruanos, mestizos y morenos, habían demostrado que podían
ser superiores.
Con recursos fraudulentos,
los goles, primero y luego, el partido, fueron anulados, y se les quiso
obligar a jugar de nuevo en secreto. Por
dignidad, los peruanos se retiraron. En uno y otro lado del mundo, se les ha
seguido considerando como los triunfadores. “Nadie se nos montará encima sino
doblamos la espalda”, dijo una vez Martin Luther King, y esa fue justamente la
conducta de nuestros jugadores: no inclinarse ante nadie.
Esterilizaciones
en el Perú de Fujimori. En el Perú de Fujimori ha habido esterilizaciones. Y fueron
aplicadas contra mujeres que se consideró pobres e indígenas, y por lo tanto no
merecedoras de ser madres. Todas se hicieron contra la voluntad. Algunas fueron
abortos y otras, asesinatos.
El Perú y sus jugadores se
cubrieron de gloria en 1936. Cinco futbolistas
enfundados en la casaquilla rojiblanca han declarado su sometimiento a
la hija del dictador japonés que practicó las doscientas mil esterilizaciones
racistas. Se ha insinuado que cada uno de ellos recibió 30 mil dólares a
cambio, pero resulta difícil que sean tan roñosos cuando sabemos que sus ganancias son grandes.
Más fácil es suponer que aquella desdichada actitud fue motivada por su propia
ignorancia y el poder de la televisión. La radio y casi todo el periodismo
destinado a endiosar a la hija del dictador. Hay que recordar que además los
otros futbolistas se negaron.
Gloria en 1936. ¿Miseria
en el 2021? No necesariamente. Cinco individuos disfrazados no hacen historia.
Recordando al santo luchador M.L. King, “cuando las personas están tristes no
hacen nada”.
Texto en diario UNO, 23-05-2021, escrito por Eduardo Gonzáles
Viaña.
Más de 80 años después, cinco jugadores de fútbol de la
selección peruana respaldan a Keiko, lo
cual ha generado críticas a la luz de la casaquilla peruana.
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