La experiencia del hombre en su “casa” -la Tierra- le ha llevado a descubrir y a desarrollar métodos de aprovechamiento de recursos naturales, centrándose principalmente en la obtención de algún tipo de beneficio. El hombre tardó en comenzar a percatarse de que el uso que se estaba haciendo de los recursos estaba llegando al abuso, y que eso supondría una hipoteca para el futuro: más tarde o más temprano se acabaría pagando (Luis López de Medina). Las circunstancias sociales y políticas en el Perú en los últimos años han estado marcadas por conflictos sociales en la actividad minera, en otros términos conflictos socio-ambientales. Esto ha generado que varios proyectos mineros hayan paralizado y por tanto menos recursos para la caja fiscal. Pero independientemente del escenario descrito sucede que la naturaleza nos sigue pasando la factura: cambio climático, sequia, friaje, recursos hídricos que disminuyen día a día. En el exterior, los empresarios perciben que el Perú, por sus recursos naturales, es atractivo para realizar inversiones. José Gilli, nos dice. “La situación en materia ambiental es consecuencia de una economía más preocupada por el crecimiento que por el desarrollo sustentable y de una sociedad caracterizada por el consumismo. En este escenario, la empresa esta obligada a asumir la responsabilidad que le compete por el mal uso de los recursos no renovables, la contaminación y los hábitos de consumo”.
La relación del hombre y su ecosistema es lo medular en estos tiempos. Entonces, ¿cómo contribuir desde el comportamiento empresarial al cambio responsable?, se pregunta Alina Alea García (www.revistafuturos.info/futuros17/resp_soc_emp2.htm). Luego prosigue: “… para lograr el cambio organizacional en función de lograr un comportamiento empresarial verdaderamente responsable, debe existir una fuerte motivación para el cambio, la percepción de la necesidad del cambio, el planteamiento de objetivos claros… la existencia de liderazgo y agentes de cambio internos y externos, de planes y programas de acción, así como mecanismos de control del proceso y sus resultados”. Sin embargo, aun no resultan suficiente solución a la actual crisis socio-ambiental que enfrenta el planeta. Por ello, plantea el cambio estructural y funcional del actual sistema social, económico y político, que predomina en el planeta. Por lo dicho cabe citar dos mensajes: El respeto al medio ambiente es una actitud ética: ética en el consumo y ética empresarial (Luis López de Medina). Es un deber legar a las generaciones futuras el universo al menos no peor de como lo hemos encontrado (Adela Cortina).
Sin ingresar al tema socio-ambiental, en la provincia de Huarochirí, cada cabecera de cuenca tiene lagunas, nacen riachuelos y ríos. Según fuentes extraoficiales existen aproximadamente 1,707 derechos mineros, cuyos titulares son personas jurídicas y personas naturales. Por la actividad minera, el distrito que más recursos recibe es Chicla, mientras que en otras jurisdicciones distritales sin actividad minera, prácticamente, están excluidos de las “bondades” de la minería. Como hemos venido sosteniendo, el sistema legal sobre distribución del beneficio económico de la minería debe modificarse para evitar la asimetría existente. Región y Municipalidad sin capacidad de gasto o dinero del canon depositado en el banco habiendo necesidades urgentes en zonas rurales es absurdo y perverso.
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