domingo, septiembre 13, 2020

“AL PUEBLO DALE PAN Y CIRCO”

El título de este breve comentario es  una frase de los romanos.  Allí está en Roma el gran circo romano como testimonio de historia, de jornadas de lucha personal y fuerza, carrozas y jinetes, aplausos  y  gritos  desenfrenados de la gente  en medio del espectáculo. Más de dos mil años  han pasado y  los actuales congresistas, la mayoría,  parecen  los chistosos de la TV, pero con  modernas tecnologías de  comunicación  y actores de heterogénea vocación política y prácticas ajenas en una  democracia precaria. Las facilidades de la comunicación (Twitter, Facebook, whtsApp, teléfono, televisión y radio concentran la atención del pueblo). Y, en la otra rivera están muchos peruanos contagiados, hospitalizados o no, otros muriendo u otros ya fallecidos por la pandemia. Para los congresistas no hay ni solidaridad, ni les importa a la población, que sufre los efectos de la pandemia; viven en otra realidad; no les interesa reactivar la economía, pero si les interesa el sueldo de cada mes; ¿nos hacen algún servicio efectivo los congresistas? Son  pésimos legisladores. Fiscalizan? Los nuevos estudios histórico-sociales con nuevas fuentes  concluyen que desde Cajamarca en 1532  se iniciaron estafas, robos, saqueos,  destrucción, asesinatos, violaciones, etc.,  hasta la fecha sigue la mala costumbre de robar/saquear, excluir,  racismo, valdría la pena preguntarnos en el bicentenario: Se ha desterrado la corrupción en el Perú?  En las redes sociales corre el siguiente pedido a los congresistas: “les pedimos el cese   de sus funciones inmediatamente. Al no ser ninguno de ustedes un servicio de primera necesidad y siendo una carga para el Estado (no ayudan nada, más bien entorpecen), ni son productos de primera necesidad ni producen nada, les recomendamos por dignidad dejen de percibir sus sueldos hasta que pase la crisis a la que no han aportado ninguna solución…  En las condiciones actuales no podemos pagar sus salarios, gastos de representación, sus asesores, sus escoltas, sus carros con chofer, etc…” En todo caso, exigir a los congresistas suspenda sus funciones hasta que dure la emergencia sanitaria nacional y rebajen sus  remuneraciones  un 60%; asimismo, dejen sin efecto el intento absurdo de vacar al Presidente de la República. La  efectividad de la labor congresal debería ser contra  resultados. Si es de público conocimiento que la recaudación tributaria nacional ha disminuido, es lógico que las altas remuneraciones tengan que bajar momentáneamente.El pueblo peruano no vive de chistosos, de circos, de vídeos, de bonos, ni  la caridad. Un   país tan rico en recursos naturales y diversidad cultural,  no puede darse el lujo de mantener un grupo de congresistas, sin aportar nada productivo.




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