“En la República de Estonia
ya no es posible encontrar rastro alguno de la enorme burocracia soviética. Si
algún ciudadano desea revisar su historial médico, solo tiene que buscarlo en
línea; si requiere tramitar una licencia, ya no debe pasar semanas entre
oficinas; y si quiere formar una empresa, solo le basta con acceder a un sitio
web y seguir las pautas indicadas, todo desde una computadora personal
cualquiera. Estonia es una muestra de lo que puede hacer el mundo con un poco
de voluntad política… Esto no significa que nos encontremos ante un país sin
regulaciones, normas ni leyes. Por el
contrario, la transformación digital ayudó a la nación báltica a construir
un Estado fuerte y eficiente”. Escribe,
Rodolfo Ardiles Villamonte.
¿Qué podemos aprender los peruanos de la experiencia de Estonia?
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