La provincia de
Huarochirí está al costado de la gran capital, Lima. Lluvias, huaycos y caída
de rocas ha generado pérdida de vidas
humanas, escuelas y puestos de salud afectados, clases postergadas, viviendas caídas e inhabitables, carreteras y puentes bloqueados, canales de
riego inundado por huaycos, el transporte
público de pasajeros y carga varados,
es riesgoso viajar, productos agrícolas
malogrados (rutas: Lima-Cieneguilla-Huarochirí y Lima-Mala-Huarochirí). En
Santa Eulalia varios centros campestres fueron afectados, trabajos de reparación en la variante
Macachaya-Pacomanta generan “huaycos artificiales” en perjuicio de pastos,
canales de riego y sembríos en Huancata, etc. Lluvia y daños nos encuentra
desorganizados, sin capacidad de respuesta.
Hay incertidumbre en la gente, no se sabe cuánto tiempo más habrá
lluvias. Este es el escenario en nuestros
pueblos, mientras tanto, en otros escenarios limeños de San Luis, Santa Anita y Vitarte se desarrollan actividades
sociales desafiando a los cambios
climáticos. ¿No hay solidaridad con nuestra gente del campo?, es pertinente escenificar costumbres del
pueblo para beneficio personal?
De otro lado, entre el
15 y 17 del presente, por decreto supremo se han declarado en emergencia 17
distritos en la provincia, todos ellos recibirán 100 mil soles. El Gobernador
de la Región Lima, Ing. Chui Mejía declara haber solicitado al MEF 22 millones
de soles para adquisición de maquinaria y refiere haber gastado 10 millones de
soles para desastres. El Presidente
Kuczynski declara que “hay dinero para superar los desastres”, Y, hoy se
publica un Decreto de Urgencia que destina S/. 1,500 millones adicionales para
reconstrucción.
Ante los embates de la
naturaleza y momentos difíciles del productor agrícola de la sierra de Lima no
hay espacio para estar alegres, sino más bien ser solidarios o actores de
ayuda humanitaria.
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