Visitar la ciudad del Cusco hace repensar la historia del Tahuantinsuyo, los incas, sus construcciones con piedras y formas trapezoidales. Guías de Turismo mencionan que hace millones de años en lo que hoy es la ciudad del Cusco fue una laguna; que los españoles han encontrado 20 mil hombres trabajando en Saqsayhuamán; asimismo, que el ex Presidente Fujimori ordeno realizar trabajos de excavación en el Templo del Qorikancha para encontrar oro, pero fue inútil su sacrílega y ambiciosa pretensión. Cusco es la capital Arqueológica de América y Patrimonio Cultural de la Humanidad. En la ciudad con un Boleto Turístico del Cusco se visitan 16 sitios turísticos, con Tranvía de Cusco se visita otros 40 sitios. Claro están otros paquetes turísticos para el Santuario de Machu Picchu, Huayna Picchu, Valle Sagrado de los Incas, Camino Inca, etc.
En el marco del centenario del llamado descubrimiento de Machu Picchu es relevante lo que declara el historiador Waldemar Espinoza: “En Lima, 1908, Hiram Bingham converso con A. Romero, Director de la Biblioteca Nacional e historiador y le recomendó explorar la zona del Cusco mencionada en una crónica publicada en Barcelona en 1638, en la que su autor, el Sacerdote Antonio de la Calancha, contaba la historia de padres agustinos que fueron a Vilcabamba a evangelizar a los incas allí refugiados y que al regresar al Cusco contaban maravillas sobre ciudades de piedra, templos, casas de mujeres y mucho ganado”. Con estos datos, H. Bingham publicó un libro en 1910 y en 1911 vuelve a Perú, Cusco y Machu Picchu.
Días anteriores al centenario, 07-07-2011, en la ciudadela de Machu Picchu hay neblina que pasa con intervalos de lluvia y sol, también el arco iris se hace presente para adornar las tomas fotográficas de visitantes con “ponchos” de plástico para guarecerse. Nos informan que son dos mil o más turistas que visitan Machu Picchu cada día. El aire propio de la zona, arquitectura de piedras, cantera de piedras, canales de riego, todo alrededor el paisaje natural de flora, fauna y frondosa vegetación con más de 430 especies de orquídeas constituye una maravilla natural para nuestros ojos, nuestras emociones, sensaciones y reflexiones.
Desde P. Neruda, J.L. Borges, Mario Vargas Llosa, actores de cine y televisión han visitado y se inspiraron de Machu Picchu. Un testimonio vivo de inspiración es Milner Cajahuaringa (Huarochirí 1932) Maestro de las artes plásticas cuando declara: “Por los años sesenta, o un poco antes, hice mi primer viaje a Machu Picchu. Aun no podía dormir allí, en las ruinas. Cuando desperté, vi la luz del amanecer a través de las formas trapezoides típicos de la arquitectura inca y ahí comenzó este estilo de pintura. Desde entonces, el Intihuatana (“Amanecer del Sol”), elemento que aparece en todas las ruinas con su forma trapezoide, y el Sol, es decir, la circunferencia, han permanecido en mi obra. Por cierto se han ido simplificando, al igual que el trabajo con el color, hasta dominar este “color flotante” característico de mi pintura”. Tomado de una entrevista concedida a la Revista ERCILLA, Santiago de Chile, 12 de junio de 1985.
Machu Picchu y Huayna Picchu tienen sonido, es símbolo, es cumbre de identidad y emblema para los peruanos; es ciencia de los incas, es canto y encanto de piedras, es escalera de piedras para más arriba, es ventana del trapecio, es eco de cerros bañados en verde aroma. Y, los incas han tenido esa visión de construir; construir un legado o una herencia para la posterioridad. Entonces, hay que cuidar la herencia de los incas, protegerlo de los embates de la naturaleza que corroen o van erosionando las piedras del Santuario y Saqsayhuamán. Después de 16 años vuelvo a Saqsayhuamán y al Santuario de Machu Picchu y percibo el deterioro de las piedras en las construcciones.
Obras de Milner Cajahuaringa.
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