Malala
Yousafzai, nació en julio de 1997 en el valle del río Swat, en Pakistán. Por
los años 2003-2004 los talibanes ultraislámicos
ocuparon militarmente la zona e impusieron rígidas normas religiosas,
como es el caso de prohibir la educación de las niñas. No obstante dicha
prohibición, ella concurría a estudiar en una escuela privada. A los 13 años
Malala a través de un blog en la cadena BBC defendía el derecho de las mujeres
a recibir educación. Por su parte, los talibanes enfurecidos por su rebeldía,
decidieron su muerte. El 9 de octubre del 2012 sufrió un atentado y recibió 3
balazos, los atacantes le dieron por
muerta y fugaron, sin embargo, gracias a la
atención de los médicos sobrevivió.
La llevaron a Gran Bretaña,
después de un largo tratamiento se recupero en el Hospital Reina Isabel
de Birmingham.
Malala jamás abandonó la lucha por los derechos de los niños
y mujeres; pese a su corta edad y
valentía se convierte en un ícono pacifista. Malala, el año pasado ante las
Naciones Unidas dijo: no seré reducida al silencio por los talibanes. Malala,
hoy con 17 años, cuando se encontraba en el colegio se entera que le
otorgaban el Nobel de la Paz. Al salir del colegio, Malala cubierta con un colorido velo
islámico, lo primero que hizo es una
referencia a Alá por su fe musulmana y
luego dijo: “que el premio no es el fin,
sino el principio”. ”Mi mensaje a los niños de todo el mundo es que puedan
defender sus derechos”. “Este premio es
para todos los niños cuyas voces necesitan ser escuchadas”. “Quiero ver a todos los niños yendo al colegio y
beneficiándose de una educación”.